Pearl Jam en Chile
Lejos, el más esperado de los recitales en nuestro país en los últimos 15 años, fue el que realizó hace poco mas de un año la legendaria banda Pearl Jam. Era tal la expectativa que tuvieron que repetir su show para poder satisfacer a una generación de fieles seguidores. El 22 y 23 de noviembre del 2005 quedó en la Historia.

A las 4 llegamos al estadio. Una multitud de fanáticos, todos de nuestra misma edad o un poco mayores, corrían para encontrar la mejor ubicación. Todos con camisas leñadoras, jeans rotos y zapatillas de lona, algunos aun con pelo largo y poleras que recordaban a toda la camada de bandas grunge que hace más de una década se habían apoderado de la escena musical mundial.
Como teloneros, salió Mud Honey, uno de los precursores de aquel movimiento de Seattle. Un buen show que hizo saltar a la ya enfervorecida audiencia. El estadio estaba repleto.

Fue un momento inolvidable. Por años los habíamos vistos por la tele, y ahora los veíamos a unos cuantos metros. Y para mí no podía ser mejor, pues sonaba lentamente el arpegio en Re mayor de la ultima canción del Ten: "Release".
A partir de ahí, parecía que volvía a tener 15 años, olvidándome del mundo y saltando al ritmo de todos esos himnos que fueron la banda sonora de los carretes de colegio.
Pearl Jam sabía que estaba en deuda con el público chileno, quizás el más fiel de Sudamérica, y por esa misma razón hicieron un show largo, intenso, en el que se dedicaron a tocar sus grandes canciones, pasando por "Do The Evolution", "Given To Fly", "Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town", "Even Flow", "Daughter", "Jeremy", "Betterman", "Black" y "Alive", entre muchas otras.

El show fue emocionante. Muy emotivo. Ví a muchos llorar. El público irradiaba nostalgia y a la vez la sensación de estar cumpliendo un sueño. En realidad, una sensación difícil de explicar con palabras. La euforia inicial jamás menguó durante las casi dos horas que duró la presentación. Tampoco lo hizo la energía de las interpretaciones del grupo.
Luego de homenajear a Ramones y tocar además un cover de The Who, las luces del estadio se prendieron mientras Pearl Jam tocaba "Yellow Led Better", con Vedder cambiando el final de la letra por un I’d like to stay…. Era el fin del sueño. El regreso a la realidad.
La vuelta a casa fue en silencio, en parte por el cansancio, en parte por la afonía luego de gritar por horas, pero principalmente porque cada uno de nosotros parecía no querer despertar.